❝ LIMBO ❞
El Limbo, también conocido como el Más Allá o el Plano Sombra, es la frontera entre el Cielo, la Tierra, Cielo e Infierno, sin embargo, es diferente del Purgatorio y paraíso. Mientras las almas condenadas van al purgatorio y las almas que encuentran la paz al paraíso, existe un vacío en medio de ambos extremos.
Es un reflejo, o "eco", del Plano Material, uno sombrío lleno de decadencia y muerte.
La impresión más llamativa e inmediata que experimentó un visitante del Plano de la Sombra fue la falta de color y luz; ningún sol, luna o estrellas adornaban la bóveda del cielo negro como la tinta, y todas las cosas parecían como si la vida se hubiera disipado, dejando nada más que blanco y negro, que en la penumbra se parecía más a "negro oscuro" y "negro claro". Una fuente de luz solo iluminaba la mitad de la distancia que lo haría normalmente, las llamas y los fuegos emitían menos calor, y los hechizos que trataban con luz o fuego eran menos predecibles y propensos a fallar. En cambio, los hechizos de sombra eran mejorados. Por otro lado, aunque no iluminaría tan lejos, cualquier fuente de luz podría percibirse de hasta diez veces su rango normal de iluminación, tal era el contraste con la penumbra constante, similar a una estrella en el cielo nocturno.
El paisaje era un eco oscuro y retorcido de lo que existía. El limbo en sí tiene apariencias que reflejan lugares terrenales en ruinas, abandonados y decrépitos.
No hay una sola onza de color natural en el mundo del limbo que se diga que signifique la eterna soledad y depresión que siente un alma al darse cuenta de que nunca recibirá una forma de contacto con sus seres queridos en el Cielo.
Los visitantes desprotegidos sintieron que la fuerza vital era absorbida de sus cuerpos, a menos que salieran de la tierra oscura rápidamente. Alguien con protección contra la energía negativa podría detenerse y admirar la total desolación, y tal vez interactuar a los muertos vivientes. Los espejismos de los vivos tenían rostros de pesadillas distorsionadas, pero aún eran lo suficientemente reconocibles como para dar a los viajeros una sacudida de miedo y repulsión.
Los visitantes podían sobrevivir indefinidamente si estaban dispuestos a soportar agua espesa y maloliente, comida que rezumaba sangre oscura y una penetrante sensación de frío en el aire. Nunca podría sentir calor, a menudo escucharía o sentiría la presencia de cosas que no estaban allí, y jamás podría sacudirse la sensación de ser observado. Era un lugar constantemente inquietante.
Las emociones y la capacidad de experimentarlas parecían desvanecerse con el tiempo.
El limbo se formó espontáneamente después del Plano Superior e Inferior, hogar de los ángeles oscuros, ángeles que conservan la luz dentro de la oscuridad, un lazo de nobleza tan inquebrantable como para que se confíe en dejar sobre ellos la carga más pesada de toda la creación, pese a que los angeles de luz se mofen diciendo que "son los hijos abandonados de la creación".
El Limbo también es conocido por ser el borde del infierno porque está más cerca del infierno que del cielo, pero ésto no significa nada. Rebosante de las almas de quienes, no importa que fueran purificados del pecado, no se les permitía entrar ni en el Cielo ni en el Infierno.
La diferencia entre el Limbo, el Purgatorio y el Paraíso es que el Limbo es permanente.
Si el Cielo es un estado de felicidad sobrenatural y unión con Dios, y el Infierno se entiende como un estado de tortura y separación de Dios, entonces, desde este punto de vista, el Limbo se considera una especie de estado intermedio.
Los recuerdos de los difuntos alteran la realidad en el Limbo, ya que las habitaciones que contenían recuerdos fuertes pueden parecer tan animadas e iluminadas como las del mundo real, pero cambian repentinamente.
Se revela que el limbo es donde se arrojó el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal después de la Caída del Hombre. Como resultado, Limbo se convirtió en el páramo desolado de la silvicultura marchita que ahora es debido a la propagación de las oscuras raíces del Árbol.
El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal es uno de los dos árboles en el Jardín del Edén, el otro es el Árbol de la Vida. Muchos eruditos creen que los dos árboles son el mismo árbol.
Es un árbol antiguo y divino que una vez residió en el borde oriental del Jardín del Edén dentro del Cielo. Después de las maquinaciones de Lucifer fue arrojado al Limbo y se marchitó debido a que fue aislado del Cielo, pero conserva su enorme latente aún dentro del Plano Oscuro, simbolizando la unión de los Ángeles que ahí habitan con Dios, ya que, para él, también hay belleza en sus creaciones no destinadas a la luz.
Se dice que es la antítesis del Árbol de la Vida, no en el sentido malévolo. Lo que esto significa es que mientras se permitía comer del Árbol de la Vida, se prohibía comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, ya que comer del árbol significa rebelarse contra Dios y abrazar la cruel y dura realidad de mortalidad y muerte. Si bien los frutos en sí mismos no son malos, fueron las acciones de Adán y Eva las que causaron perturbación y discordia.
Según Azrael, los frutos del árbol otorgan poder a quien lo come, pero varía. El árbol en sí parece tener voluntad propia, pero sigue siendo imparcial de alguna manera. Escribió que el Árbol es capaz de "leer" el alma de una persona o entidad.
Más tarde se demuestra que el Árbol puede ser abrumado por uno de un poder increíble como Lucifer, puesto que pudo volver a su ser angelical después de comer una de las frutas del árbol a pesar de ser un ángel caído lleno de orgullo. Lucifer explica que esto se debe a que él es la "creación más perfecta que existe" y supera al árbol, cuando en realidad purificó su alma al hallar un resquicio de la luz del perdón de Dios, ya que su padre lo había perdonado desde el principio, pero Lucifer nunca se perdonó a sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario